Cuando ya no se utilicen cookies, ¿cómo se adaptarán las empresas a la nueva era de la publicidad en línea?

Las cookies han sido durante mucho tiempo una herramienta clave para que las empresas rastreen y comprendan el comportamiento de los usuarios en línea. Sin embargo, su uso ha sido objeto de controversia debido a la preocupación por la privacidad y la seguridad de los datos personales. En respuesta a estas sospechas, los navegadores web y los gobiernos han comenzado a restringir el uso de cookies.

 

 

Pero, ¿cómo afectará esto a las empresas que dependen de la publicidad en línea? ¿Cómo se adaptarán a la nueva era de la publicidad sin cookies?

 

Primero, es importante comprender qué son las cookies y por qué se utilizan. Las cookies son pequeños archivos de texto que se colocan en el navegador de un usuario cuando visita un sitio web. Estas cookies recopilan información sobre las visitas del usuario, cómo qué páginas ha visitado y cuánto tiempo ha pasado en cada una. Esta información se utiliza para personalizar la experiencia del usuario y proporcionar publicidad más relevante.

 

Sin embargo, muchos usuarios se sienten incómodos con la idea de que las empresas están rastreando su comportamiento en línea y recopilando información personal. En respuesta a estas sospechas, los navegadores web han comenzado a restringir el uso de cookies de terceros. Safari de Apple fue el primero en hacerlo en 2017, seguido por Mozilla Firefox y Google Chrome en 2019 y 2022 respectivamente.

 

Esta medida ha obligado a las empresas a buscar nuevas formas de recopilar datos de los usuarios y personalizar la publicidad. Una alternativa es el uso de identificadores de publicidad unificados (UAID, por sus siglas en inglés), que son códigos únicos que se asignan a los dispositivos de los usuarios y se utilizan para personalizar la publicidad. Sin embargo, esto todavía requiere la recopilación de datos del usuario y presenta preocupaciones similares de privacidad y seguridad.

 

Otra alternativa es la publicidad contextual, que se basa en el contenido de la página que está viendo el usuario en lugar de su historial de navegación. Por ejemplo, si un usuario está viendo un artículo sobre jardinería, la publicidad contextual mostraría anuncios relacionados con la jardinería en lugar de basarse en el historial de navegación del usuario. Esto elimina la necesidad de recopilar información personal del usuario y es una alternativa más respetuosa con la privacidad.

 

Otras empresas están recurriendo al uso de datos de primera mano, como los que se recopilan a través de los programas de fidelización y las cuentas de usuario. Esto permite a las empresas personalizar la publicidad sin necesidad de recopilar datos de navegación del usuario. Sin embargo, esto solo es posible para las empresas que tienen una relación directa con el usuario y no puede ser adecuado para todas las empresas.

 

En resumen, el fin de las cookies de terceros ha obligado a las empresas a buscar nuevas formas de recopilar y utilizar datos para personalizar la publicidad. Las alternativas incluyen identificadores de publicidad unificada, publicidad contextual y el uso de datos de primera mano. Si bien estas soluciones pueden no ser perfectas, son un paso hacia una publicidad más respetuosa con la privacidad y pueden resultar en una experiencia de usuario más relevante y satisfactoria.